Así, la pareja administra sus tres locales, todos en homenaje a las abuelas de la familia: Las Nonas, para recordar a las abuelas de Débora; y Abuela Maruca y Simona, ambos nombres que traen el recuerdo de las familiares de Diego.
Es que los datos, en medio de una crisis que a muchos no les permite ni llegar a fin de mes comprando todos los medicamentos que deben tomar, sólo 3 de cada 10 empresas contratan mayores de 50 años, complicando aún más una situación de por sí cuesta arriba.
"Trabajar con adultos mayores es una tranquilidad, tanto para nosotros como para el cliente. Porque nos pasaba que teníamos ausencias. Y cuando te faltan, no llegás con el tiempo. Y el cliente no vuelve si un día hay atención y otro día no”, aseguró Débora.